jueves, 7 de agosto de 2014

Embutido.

Cómo quién a orillas de un precipicio,
Ve pasar su vida y estira sus manos para que no se vaya.
Hoy fui a embutir mi corazón,
sin ánimos de quedar vacía,
sólo buscando que no se pudra.

Amores que a las andanzas,
por mucho que gusten,
son un zapato incomodo.
Mejor es caminar descalzo,
saberse libre,
tropezar otros pies.

¿Y si corto el hilo fino que me mantiene alerta? Y no te veo pasar...
Pero
¿Y si el miedo sólo es culpa de la publicidad?
Y hay más de un par de brazos donde encajar.
Entonces somos:
Compradores compulsivos,
Buscadores impulsivos,
Soñadores adictivos que no quieren despertar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Contacto

Email: badelldayana@gmail.com