lunes, 5 de marzo de 2018

VTW Victoria the witch capitulo I

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Me cuesta sincerarme, me cuesta aceptar de donde realmente vengo ¿De dónde vengo determina quién soy? Veo con celos lugares a los que debí haber pertenecido y me frustra haberlos perdido por decisiones que ni siquiera yo tomé. Hay lugares que definitivamente son míos, a los que pertenezco aunque de donde provenga sea de otra parte. De donde vengo es mi secreto, es mi lugar secreto. A veces me siento afortunada de pertenecer a dos mundos muy distantes y distintos y poder sacar el mayor provecho de ambos, el primero es mi mundo secreto, el segundo ese ese mundo del que todos creen que provengo. Pertenezco a ambos, en ambos me acoplo pero sigo siendo un extraterrestre de ambos, pues me faltan piezas para poder encajar por completo en los dos.

Lucho, lucho a diario, organizo ideas, hago planes, para poder librarme de estos dos mundos y poder crear uno que sea totalmente autentico y mío. Donde pueda ser realmente Yo todos los días, donde pueda contar quien soy y de dónde vengo. Donde no tenga que aparentar nada ni comportarme de ningún modo que no sea mi real forma de ser. Pocos tienen esta lucha y siento enojo por aquellos más privilegiados pero menos talentosos que Yo, que hoy día reposan en paz dentro de sus perfectos mundos a los que siempre han pertenecido, como dentro de una burbuja de cristal, así viven y se sienten dueños y amos del mundo aunque no lo admitan en voz alta. De ellos me reiré cuando yo consiga lo que  deseo, de ellos me olvidaré y sé que cuando desaparezcan de mis pensamientos desaparecerán del Universo también.



De donde vengo realmente nadie lo sabe y a veces yo lo olvido.  

Espero hasta que mi madre se duerma para hacer las dos únicas cosas que realmente disfruto en todo el día; fumar marihuana y leer mis libros del tarot. Me choca leerlos en digital, pero mi madre revisa todo y si descubre que estoy aprendiendo a leer el tarot sería una tormenta y un discurso infinito de las muchas formas que utilizaran en el infierno para torturarme. Ella lo sabe, siempre supo que yo era especial, que tenia facultades que los demás niños no tenían y se ha aprovechado toda la vida de eso para asustarme, para decirme que esos demonios que veo un día me llevaran por los pies si no entrego mi vida a cristo. Y yo no pienso entregarle mi vida a nadie.

Me siento en la ventana cuando hay luna llena e intento descifrar el mensaje que escribieron los seres de luz en mi Carta Astral.  Es muy problemática, tengo una disyuntiva entre el mundo material y el intangible. Sin duda mi destino es ser una bruja, pero también quiero ser una profesional exitosa en la carrera de publicista. No es fácil encontrar la forma de integrarlo todo, especialmente por el tiempo que ambos caminos me toman. Mi ser siente un deseo insaciable de expansión, todo por culpa de júpiter en casa 1 de paso en trígono con mercurio y saturno. Todo esto significa que mi mente en Leo siempre esta pensando en como alcanzar esa expansión. No dejo de pensar en la forma de alcanzar todo lo que quiero y cuando no trabajo en ello me siento irresponsable y decepcionada de mí misma. Para mí es todo o nada. No tengo muchas alternativas, aunque cuando me siento a observar mi Carta Astral lo que busco es eso... Alternativas o una estrategia que lo vuelva más sencillo.

El día que empece con la astrología fue despertar un conocimiento, se sintió como acceder a los registros akashicos. Todo se abrió ante mis ojos y comprendí rápidamente el modo en que cada signo y cada planeta influía en las personas. Especialmente me di cuenta de la necesidad de transmitir este mensaje, de leer las cartas astrales para ayudar a los otros a encontrarse. El mensaje para cada  uno de nosotros siempre ha estado ahí, registrado en nuestra fecha de nacimiento, hora y lugar exactos. Es el código que abre ese conocimiento cósmico del cual la mayoría están sumamente desconectados.

La Astrología es tan pura. Cuando leo una Carta Astral siento las energías de esa persona fluyendo en mi. Luego cuando duermo tengo sueños en los que veo a seres de otras dimensiones que son una especie de comité que me evalúan. Así sé cuando lo hice bien o cuando erré en algo y debo rectificarme. En cambio el tarot me cuesta. No me cuesta en el sentido interpretativo, ya que con tan sólo mirar las cartas empiezo a visualizar muchas cosas. Me cuesta porque empiezo a experimentar sensaciones y sentir presencias que no me gustan, en ocasiones me asustan ¿Cómo ser una bruja si siento miedo? Sé de donde provienen estos miedos, son el resultado de la constante satanización de mi madre con respecto a todo lo que no sea la biblia. Muchas veces me queje de esto hasta que comprendí que cada persona con la que tenemos un vínculo está ahí para enseñarnos algo importante, ya que ningún copo de nieve cae en el lugar equivocado.

Debo aprender la lección que mi madre ha estado intentando enseñarme para poder deshacerme de esos miedos que no me dejan avanzar en el tarot y en ser una bruja.


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