domingo, 28 de febrero de 2016

Las grietas de mi camino.

16:28
Tropezar es cotidiano
tropezar con uno mismo
lo es mucho más,
estas acostumbrado
a las grietas de tu propio piso.

Tropezar en las grietas de alguien más
es donde duele la caída
y por eso te lastimo tanto amor.

El camino que te lleva a mis brazos
esta remendado
porque está sobre mi corazón
que se ha roto
tantas veces
y en tantos fragmentos
que podría convertirse en polvo.

Pisas el polvo de lo que queda de mi
y a veces te entra en los ojos y te hace llorar.

El camino por el cual
amarme te conduce
podría llevarte
a la vida o a la muerte
depende de con cual humor me despierte.

Princesa el castillo
donde me encontraste
es este cuerpo
que se ha incendiado
innumerables veces
y no he podido escapar de mis errores,
pero no te rindas princesa,
rescatame
de mi misma.
Porque tu eres mi luz
no solo porque iluminas mi vida
sino también
porque me muestras
los lugares en los que estoy llena de sombras.

Y lo sé, decir te amo a veces no basta
cuando la distancia entre ambas
crece con mis fallas,
pero mírame a los ojos
y verás que me arrepiento
de hacerte derramar lagrimas.

Es que decirte te amo ni a mi me basta,
quiero decirte buenos días cada mañana
mientras acaricio tu espalda,
quiero decirte ya llegue a casa
y besarte mientras me abrazas.
Decirte acepto cuando me propongas
casarnos.
Yo quiero decirte te amo pero con otras palabras.

Las gritas de mi camino
podrían desviarte.
Depende de que tanto ordene mi desorden
y cuantas ganas tengas de quedarte.

Y yo te lo pido, no te vayas.

sábado, 6 de febrero de 2016

La vida como un búmerang.

12:57
A mitad de la adolescencia descubrimos de que estamos hechos. Empieza sonar la banda sonora de nuestras vidas, esa música que aturde a todos en la casa, pero  nos encanta oír. Surge nuestro carácter, malos hábitos, defectos, virtudes, habilidades. Empezamos a soñar con ser empresarios,  Djs, Músicos, astronautas, chefs, transexuales y todo lo que nos haga sentir identificados. Nos sentimos raros o especiales, diferentes, feos o importantes.

Luego viene el punto de quiebre donde hay dos caminos para todos. Uno nos llevara a ser como aprendimos a ser y otro a cambiar lo que somos. Algunos seguirán escuchando la misma música, vistiendo igual, durmiendo igual, comiendo igual, frecuentando los mismos lugares y otros querrán ser completamente diferentes. Unos lograran cambiar y otros volverán, como un búmerang a ser como eran.

Yo he intentado huir incontables veces de mí misma. He cambiado de muchas formas pero aprendí que de lo que huimos inútilmente es de lo que nos apasiona. Cuando huyes de lo amas, de lo que te gusta o  de lo que te hace feliz, vuelves más temprano que tarde. 

Si esa música escandalosa te encanta, por mucho que intentes refinar tus gustos, vas a terminar escuchándola a todo volumen en tu habitación o en silencio, con audífonos, escucharas ese playliast secreto  de tu ipod. Vas a volver a ese asqueroso bar, a esa plaza, a casa del amigo que ya no recuerdas por qué le dejaste de hablar.

Vas a volver a usar unos jeans rotos o simplemente a  pelear por lo que habías decidido no volver a discutir. Vas a volver a besar una chica o un chico. Volverás a enamorarte, volverás a fumar. Vas a volver para complacer lo que eres y aunque quieras renunciar y dedicarte a otra cosa porque escribir, pintar, tomar fotos, cuidar plantas, o sea lo que sea que te guste hacer, creas que no va a lograr alimentarte, va a alimentar tu alma y no hay pobreza más triste que la de espíritu.

La vida es como un búmerang si huyes de tu esencia, pero es bonito descubrir que el amor siempre nos hace volver.

Contacto

Email: badelldayana@gmail.com