Cuando te vayas,
espero que recuerdes
que sólo tú tienes el poder
de volver la vida mágica.
Porque lo que sé
fue lo único que pude darte
y por eso
lindura
te he dejado instrucciones,
advirtiendo que te harán falta.

Cuando te vayas,
no estarán mis abrazos,
ni mis caricias.
sin embargo
deseo que otros ojos
te miren con ternura
cuando cometas errores.
Que otros oídos,
no se cansen de escucharte
y otros labios,
te llenen de amor.
Que alguien al igual que yo
pueda disfrutar incansable
todo lo increíble que resulta
tan sólo tenerte de frente,
oírte cantar,
o ver como te arreglas el cabello
tras las orejas.

Cuando te vayas
quedará tanto espacio...
Suficiente
para inventarme un nuevo mundo,
donde no haya nada de ti
y distraerme.

Cuando te vayas            
voy a enfrentar las consecuencias.
Siempre supe que estar contigo
era caminar desnuda bajo la lluvia;
que luego vendría el frío desamor
y la fiebre de la nostalgia
¿Pero qué es la vida sin los riesgos?

Cuando te vayas
por último,
no te despidas.
Dejemos algo inconcluso,
algo pendiente,
para la esperanza.

Y por si me extrañas
cuando te vayas,
he escrito este poema;
ya que entonces no seré la misma.
Los afectos nacen, crecen y mueren también
Y al igual que todo
sólo pueden prevalecer
en las palabras.