sábado, 26 de agosto de 2017

Un alma herida.

18:17
Solemos empecinarnos en lo que nos duele, aferrardonos al dolor y no sabemos realmente como lidiar con ello. Cuando rompen nuestro corazón nos convencemos que la mejor solución es volvernos superficiales, fríos, cínicos, distantes.  Nos encerramos al rededor de un muro de mentiras, falsas alegrías, amistades huecas. Así aniquilamos nuestra inocencia para creernos más fuertes. Cuando en realidad nos convertimos en un montón de cenizas. Caminamos por el mundo sin ganas, cobramos por sonreír. Nos lamentamos de tantas cosas que al final del día nada nos llena, nada nos eriza la piel, nada se siente real. 

No es tarea fácil mantener a salvo un alma herida. Suelen desear correr al vacío. Pero cuando esto suceda atajala entre tus brazos, congelate a su lado, padece con ella y amala, amala aunque te duela. Un alma herida debe recordar que la vida esta llena de decepciones y éstas decepciones siempre traen consigo una lección. Saber aprender esas lecciones es lo que marca la diferencia entre quejarnos por siempre o aprender a escoger lo que nos hace bien. Un alma herida es un ave con las alas rotas, debe curarse y no temerle a volar una vez más. El cielo esta lleno de tempestades pero también suele estar colmado de estrellas que saben brillar en el momento indicado para guiarnos hacia la felicidad. 


lunes, 21 de agosto de 2017

La sombra de la Luna.

13:53
Recuerdo cada noche, nuestros mejores momentos ocurrieron de noche. Como ese día que apagamos todas las luces y encendimos por primera vez nuestros cuerpos, nos entregamos la una a la otra y yo lloré al ver en tus ojos reflejada la Luna. Hubo otra noche en la que sorprendiste a mi corazón, ese que contigo perdió todo los miedos, una noche en la que dije que si, en la que me atreví y te conté sobre el centro del universo y como tu te habías convertido en el. Luego una noche te confesé que te amaba y tu mirada brilló más que el cosmo entero. Hasta esa última noche en la que tu silencio me demostró que tan lejos estaba la Luna del Sol. Fueron noches mágicas, cada una de esas noches en las que aparecías me salvabas un poquito más, iluminabas mi cielo. Tu sonreías, no parabas de sonreír, yo no paraba de besarte. Y hoy que es de día sólo alcanzo a ver la sombra que proyectas en mi corazón. Y el Sol se pregunta cada noche a donde a escapado la luna, si ha olvidado como corrieron bajo la lluvia, se pregunta por qué a renunciado a su luz.




jueves, 3 de agosto de 2017

A tu silencio.

10:15
El silencio no nos hace ciegos,
puedo ver como te ocultas
tras todo aquello
que no tienes el valor de decirme.

Sé que se te han roto las alas
y conmigo ya no tocas el cielo.
Que en medio del infierno
te cuesta creer en el milagro de amarnos.

Y yo me desmorono,
soy el polvo que cae
dentro del reloj de arena
que lleva la cuenta del tiempo que nos queda.
Cuando se nos acaben los segundos
y con tus dedos me dispares
un final
que yo en este poema
no me atrevo
a escribir,
Recuerda;
aquellos ojos que con amor supieron mirarte,
aquel silencio que no era incómodo,
aquel cuerpo que aún roto, te pertenece
y aquel amor que encendía la luz en este mundo oscuro.


Yo me quedo con la tristeza,
déjame a mi la parte que duele.
Yo me quedo con el mar de recuerdos que ahoga,
y con la luna mirando a través de la ventana.

Déjame salvarte,
el silencio no nos vuelve sordos,
escucha el suave silbido del Sol
que en la oscuridad de la noche
empieza a alzarse
y permitele a tus alas curarse
con el sonido del viento.

Yo te veré volando de nuevo a casa
en el infinito cielo al que pertenecemos.





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