Me descuidé hablando contigo
y sin darme cuenta,
estabas tocando el xilófono de mis emociones.
Entonces,
olvidé todo lo que sabía
para que tú me lo enseñaras.

Me permití
volar sin alas
solo para caer en tus brazos.
Una noche,
y la luz se colaba por las persianas,
al igual que esa noche
entre las rejas de mi alma;
para anidar
un deseo profundo
de repetirla mil veces.

Me pregunto si dibujabas la linea de mi cuerpo,
cómo marcando la trayectoria
de un cohete que se fue al espacio.

Ahora me dejo descubrir
de apoco
para que sepas
que no fue un día ordinario,
que estuve reteniendo un suspiro desde entonces
y que lo he dejado salir,
en forma de poema.

Venezuela se desangra.
Y llora
mientras yo la miro
y le digo:
Calma, te salvaremos los supervivientes.

En la calle solo queda viva un hambre feroz
que aterra:
El canibalismo de una corrupción devoradora.
Quien dice defendernos nos acaricia
y nos deja la cara llena de sangre.
Un abrazo falso duele más que una puñalada.

Quieren amarrar la libertad de pies y manos
y lanzarla al mar para ahogar nuestros derechos humanos.
Son culpables de todo este daño
Y no saldrán indemnes
Éste aullido en su oído pronto se convertirá en dolor de cabeza.
Somos un publico molesto
dentro de su circo
y pronto culminará el acto y destrozaremos su sonrisa de payaso.
Nos estamos descubriendo,
y la rabia fluye por nuestras venas,
al igual que el hambre, la pobreza y la injusticia
Quien nos iba a decir
que cabe más humanidad en estos cuerpos,
que mierda en sus discursos.

Hoy Venezuela huele a podrido
aunque yo la veo más guapa que nunca,
porque está despierta.
Y ustedes, gobierno
escuchen y lean:
Solo aquel que no tiene nada lo tiene todo.
Nos han vuelto en el ejercito más poderoso
y vamos por ustedes
armados hasta los dientes de valor
y con un amor violento por nuestra nación.

Que jamás debieron usar las palabras en vano
porque este es un país de poetas
y en un día como hoy, un poema de amor y lucha, para mi hermosa Venezuela.

La poesía me permite embellecer mis tristezas,