La vida se vuelve muy simple cuando nos desprendemos de la banalidad, porque como yo lo entiendo la banalidad nos amarra a cosas que a fin de cuentas no necesitamos. Cuando la sueltas tienes el poder de moldear el mundo en el que deseas vivir. Y sé que esta frase la repito todo el tiempo, pero no es una metáfora.

 Nunca he encajado en ningún lugar debido a que no estoy de acuerdo con que si me gusta algo, no me puede gustar lo opuesto. Si me gusta la astrología por ejemplo ¿Está mal que disfrute salir a beber y bailar toda la noche? Según yo entiendo las cosas, no, pero ese grupito que conforman el mundo de la astrología no me acepta por este tipo de comportamientos. Algo que es estúpido, la luz debe estar en todas partes. Para mi ser real es poder ser tu misma en cualquier ambiente, no sólo en tus zonas de confort. Resulta muy gratificante cuando mis amigas aquellas  que sus pensamientos más importantes son sobre pintarse el pelo y comprar ropa, se detenga a escuchar mi mensaje y todo el tiempo esten pidiendome que hable sobre las estrellas. Cuando eso sucede me doy cuenta que lo estoy haciendo bien, que no necesito encajar en ningún lado más que en el mundo que yo misma contruyo a mi al rededor. 

Aunque he estado alejada de lo que consideraba mi centro, he descubierto una vez más que es cierta la teoria del centro del Universo, está en todos lados. Mi centro es en todos lados, es siendo bruja, astróloga, periodista, community manager, publicista, freelancer, profesora. Es siendo yo misma en todas mis facetas y expresiones.