domingo, 13 de septiembre de 2015

La vida es como una playa.

1:38
La vida es como una playa,
en sus primeros instantes
se tiñe de rosa
y un viento suave y lento
te besa las mejillas diciendo: hola.
A veces es muy cálida y resplandeciente,
luego fría, oscura y turbia.
Tiene sus buenos momentos
rodeada de personas que la acompañan,
pero la soledad
vuelve también
a hundir sus pies
en las profundidades de sus aguas.

La vida es como una playa,
está tan habitada de silencios como de palabras,
tan calmada y serena
que no avisa
cuando se volverá tormenta
o qué día las olas romperán tan fuerte
que te agrietarán el alma.

La vida sin duda es como una playa,
nunca se detiene,
va y viene,
está llena de huellas que al final se borran
y tú decides si quedarte contemplándola,
nadar en busca de lo que hay al fondo
o naufragar sin rumbo ni esperanza.



jueves, 10 de septiembre de 2015

Desearía.

3:33
Cuando te conocí, al primer instante tuve la impresión de que no te iba a dejar cruzar esa puerta que todo lo lleva al pasado, facílmente. Que no te iba a dejar marchar sin antes haber dado mil vueltas en todas las direcciones al rededor de tu cuerpo. Que cómo a un idioma nuevo, no iba a darme por vencida sin antes dominar tus palabras, comprenderlas, conocerlas todas. Que antes de siquiera considerar la idea de dejarte a un lado, primero iba a acabarme todos los libros de tus historias, tus vivencias, las razones y circunstancias que te han hecho ser quien eres, así; tan dominante y celosa, tan bella para mí. Pero cuando te conocí no tenía idea de qué forma ibas a llenar mis días, contagiándolos de sonrisas y conservando a diario las ganas de seguir hablando. Yo no esperaba nada más que satisfacer mis curiosidades... Sigo sin esperar nada, pero desearía...

Desearía...  Ser ese cuento infinito, ese punto final a tus días de soltería y que no hubiera un después de nosotras. Cumplir tus sueños y caprichos. Deformar todos mis planes para hacer espacio a una vida contigo. Conocer a tu lado esos lugares a los que he querido ir, a los que has querido marcharte. Desearía verte crecer, alcanzar tus metas, formar una familia. Ser imborrable, insuperable, incomparable. Desearía que fueras tú quien me tome de la cintura los próximos cincuenta años que posiblemente me quedan de vida y que sean tus manos las que me acaricien y me sostengan en las dificultades. En este momento de mi vida, lo deseo todo contigo y desearía que siguiera siendo así hasta mi último suspiro y que tú lo desearas también.

 Lamentablemente no basta con eso y la distancia entre el "quiero" y "puedo" a veces es muy larga y las ganas muy cortas. Las dificultades nos sobran y antes de tenerte conmigo, los días sin ti, serán muchos. Nuestros caminos están tan alejados entre sí, que posiblemente caminamos en direcciones opuestas, Que "Yo  me iré aunque quiero quedarme contigo" es la frase más triste y bonita que titula nuestro destino.

Pero desearía, de verdad desearía un final feliz contigo.




domingo, 6 de septiembre de 2015

Distancia.

1:34
¿Qué pasaría si olvidáramos todas las palabras? Si en vez de no tener que decir, no tuviéramos como decirlo ¿Qué método para comunicarnos utilizaríamos? Tal vez volveríamos a dibujar animales en los muros o a contar historias con arboles y niños que corren, pintados sobre las rocas de alguna montaña. O a dejar nuestras manos implícitas como señal que estuvimos ahí, que queremos estar ahí, que tememos ser olvidados.

Tú no estas aquí, quieres estar aquí, temes ser olvidada, lo sé. A veces no encuentras la forma de hacérmelo saber, a veces no tienes nada que decirme. También sé que esperas para hablar, extiendes las palabras como si al alargarlas acortaras la distancia, como si al esperar hasta mañana para contarme algo hiciera que hoy y ayer fueran un mismo dia y así seria uno menos que contar en el calendario del tiempo que llevamos sin vernos.

Yo a diario tengo algo que decirte. Podría describirte cada instante de mi vida desde que no estas aquí, para que cuando lo imagines sea como si me estuvieras viendo. También puedo contarte lo que yo imagino, por ejemplo, cuando despierto, miro a un costado de la cama creyendo que estas ahí, veo como abres los ojos, me observas sonriendo y me das los buenos días.  Contarte que es un peligro que pase cerca del puente ya que deseo escaparme para ir a verte, aunque si fuera necesario yo viajaría miles de horas para estar a tu lado un minuto, dentro del cual, se encontrarían, los segundos más llenos de vida de éste cuerpo y ésta mente, que podrá olvidar las palabras pero siempre recordará como se sienten tus manos acariciando mi espalda. 




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