lunes, 15 de octubre de 2012

No me quedan palabras para un titulo.

14:07
Entre encajado en mis delirios de noches que se alejan cada día más,
Medio escondido en mis pensamientos,
Mas o menos alejado de mi realidad,
Ausente, aunque no del todo.

Esos instantes mágicos en los que se enciende,
Cual chispa pequeña que me muerde,
Los grandes pedazos de piel donde,
Tu lengua taciturna corresponde.

En esos momentos en los que eres como lluvia,
que al tocar la tierra agobia,
A la sequía que quería,
Quedarse todavía.

Así, cuando apareces.
Así, cuando tu sonrisa es por mi.
Así, como si no pasara nada.

Así...  "¿Ya pasó todo?", pregunté. "Sí, pasó todo." Era mentira, pero ambos comprendimos que hacíamos bien en mentir.

domingo, 7 de octubre de 2012

Mi primer mar.

22:38
Me dispuse a navegar entonces, al principio sobre una superficie aún calmada de este mar que me iba meciendo entre sus mareas, que me iba contando cosas que no logro pronunciar. Por distraerse, a veces, suelen los marineros terminar como yo, enloqueciendo. Seguí el sonido del susurro atolondrado de las aguas hacia su interior. Mi cuerpo al apenas sumergirse experimento el frío, pero mi piel, a la del mar, poco a poco se acostumbro. Me encanto el nuevo color, el nuevo mundo al que me introducía. Y siguiendo el ritmo de la onda, nadando mar adentro con curiosidad. Triste, que, mientras mas intentaba ver del mar mas oscuro se volvía. Mientras más profundo quería llegar menos oxigeno me quedaba. Y debatiéndome si morir por mar o subir y respirar me encontraba, pero ya acostumbrada, más fuerte que mis ganas de vivir era mi pasión por el mar. No huí sino bien seguí hacia donde estalla, súbito, el esplendor, azul profundo, allí donde las lagrimas no se notarían jamás. Y así también le regale mi ultimo suspiro.


viernes, 5 de octubre de 2012

Memorias.

11:17

Hoy mis ojos se encontraron con tu mirada profunda en una foto vieja. Me senté en el sillón del frente mientras que la brisa me traía en un suave susurro nuestras melodías, me traía, tu voz. Una sonrisa se poso entre mis labios al recordarte esta tarde amor. El viejo corretear de nuestras ilusiones por lugares inhóspitos, pero siempre a salvo o al menos para mi. Las pasiones acogidas entre ráfagas de suspiros en lugares oscuros, que lamentablemente ya han muerto. Yo creo que te amaba cuando eras un poeta y tu aliento encendía mi cuerpo. Corrías tras mi sombra desafiando las lunas y los amaneceres. Apenas un poeta tibio de noches disponibles con las manos vacías y  loco, desbordante de versos engañosos. Entonces yo te amaba y tu a mi, y allí el ultimo lienzo de ambos porque no hay necesidad de contarle a mi memoria la parte triste, mucho menos pintársela con nitidez. Te revivo a veces y me pone nostálgica el saber que esa versión de ti ya no existe, pero mi alma en paz se consuela sabiendo que, cuando entonces, fuiste mio. Deseo un día  encontrarte por la calle y sentarnos para hablar de las cosas pequeñas de la vida, de cuando salíamos a recorrer juntos la ciudad y de esa vez que nos echamos en el pasto a mirar como el atardecer nos iba rodeando. Quizás nunca ocurra pero tampoco importa mucho. Yo seguiré viviendo como si nada. Hasta que llegue el próximo amor y yo olvide tu recuerdo. 

miércoles, 3 de octubre de 2012

19:23
Tengo miedo de que mi mano derecha,
Se vuelva invisible,
Y ya no recuerde,
la manera de acariciar las palabras.
(ese respirar asustadas
sobre el suelo del invierno)
No hay otra forma de amar,
Sino toco la tierra
Y presiento la desnudez de la luciérnaga.

/Miedo/
Puede ser mi voz,
Que ya no acompase,
El resuello de una criatura perdida,
En el vientre salvaje de la cama…

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