Ciudad de cenizas y fantasmas.

Quiero descubrir calles nuevas, sentir la emoción de pisar un lugar que no te transporta a ningún recuerdo, quiero conocer nuevas autopistas en las que mi corazón corra hacia lo desconocido. Un mundo nuevo de posibilidades infinitas. Ver el sol amanecer desde otro angulo. Perderme, sentir el sustico de no saber donde estoy, consultar un mapa, preguntarle por una dirección a un desconocido y que ese desconocido, casual, en una tarde libre entre semana se vuelva un nuevo conocido, que me invite un café o al cine, a caminar por algún parque y resulte no ser tan distinto a mi ni a esa nueva ciudad que me llena de esperanzas, alguien repleto de pasiones, de sensaciones e historias. Ver el espectáculo de caras nuevas con la misma alegría con la que me abrazo a un libro nuevo. 

Quiero vivir de nuevo, empezar de cero en otro lugar porque en esta ciudad de cenizas y fantasmas han muerto tantas ilusiones que transitar por ella es igual a visitar un cementerio. El mundo está llena de gente hermosa, de bellas personas repletas de virtudes y magia. No sé por qué no se inventa aún una aplicación que te ayude a ubicarlas sin embargo creo fielmente que todas esas personas están conectadas por una fibra especial a través de las mas lejanas vidas y distancias. Por eso me marcho, yo aquí ya estoy ausente en espíritu y mi cuerpo ansia también explorar esos nuevos lugares donde tropezarme con la felicidad de lo que es real, verdadero y armonioso.