domingo, 31 de mayo de 2015

Quizás nos lleve el viento al infinito.

Este es un libro de  Gonzalo Torrente Ballester, escritor Español, que toca el tema de la investigación y espionaje, pero también podemos referirnos al libro como una metáfora que encierra la delgada linea que divide lo real de lo imaginario, las inverosimilitudes de la historia y el progreso científico en forma de parodia. Con mucha ironia y humor la novela nos va narrando la situación de tres personajes claves: el capitán de navío, Irina, una agente soviética, un científico recluido en un sanatorio  y su pesonaje principal conocido como "El maestro de las huellas que se pierden en la niebla" quién posee un poder incalculable al sufrir metamorfosis y tener la posibilidad de convertirse en lo que desee cuando desee. Nos muestra la multiplicidad del yo en su trasfondo y su reflexión intelectual.

 Es un libro dificil de leer, no está escrito para cualquier publico ya que hace falta de un lexico bastante amplio para comprender el lenguaje que maneja el escritor durante la novela. Hay que leerlo detenidamente por lo que puede resultar para algunos,  lento y pesado; sin embargo su contenido es  interesante y te deja siempre con ganas de descubrir que sucede en el siguiente capitulo aunque, en mi opinión, no posee una narrativa envolvente, pero si, un final sorprendente.

Lo recomiendo para lectores avídos, amantes de las novelas de espionaje y claramente para los fanaticos de Gonzalo o conocedores de algunas de sus otras obras literarias. 

Es un libro particular e insinuante, le otorgaría un 7/10 en mi escala personal de "buenos libros"
Lo compré en la libreria tecniciencias ubicada en el centro comercial sambil/ Maracaibo.

Acá les dejo las citas que recolecte al leerlo:

"Hasta más allá de donde termina lo real y empieza lo verdadero. - Y añadió inmediatamente, más para complementarse que para corregirse- :Me refiero, como habrás adivinado, a lo increíble."

"Tú sin embargo, no eres todavía comprensible, y no sé por qué sospecho que jamás lo serás del todo, ya que, por algunas palabras tuyas, he llegado a entender que no sabes bastante de ti mismo como para poder explicarte, y hasta es posible que lo que sabes no lo hayas comprendido." 

"Podría escribir poemas desvelando ls secretos del cosmos si existieran las palabras necesarias."

"Yo soy el que soy, pero no lo osaría. Hay demasiadas turbialidades, demasiados individuos en el fondo de mi espíritu para que pueda decir con mediana convicción soy éste o soy el otro, cuando lo aconsejable sería conjeturar que acaso sea los dos."

"Drink to me only whith thim eyes."

"No es que yo intente compararme con ese infinito o esa nada que acabo de nombrar. La nada y el infinito me libren, pero aunque reconozco y admito mi inexplicabilidad, juego algunas veces a explicarme a mí mismo, con la consecuencia inevitable de que no creo en mi propia explicación; pero, por segunda vez, la situación me permitía explicarme a alguien distinto a mí, a alguien a quien ya le había revelado lo necesario para que pudiera entender."

"La palabra que está escrita en el cielo, esa que descubren los que deletran las estrellas, es la palabra quizás."

" No siento nada la nada, yo podría serlo todo"

"A mí me agrada abandonar alguna vez la guardia y dejarme correr con todo lo que corre en libertad y, sobre todo, ignorando que corre" 

"Un genio que se ignoraba, porque lo más probable era que, desde el momento en que pudo pensar, lo hizo por y para los otros, y quizás, a las alturas de mi relato, no hubiera descubierto aún que se podía también pensar en uno mismo" 

"La niebla oscurecía, fantasmeaba las cosas y las personas, y me permitía pensar que nada es lo que parece, doctrina que, aplicada a mí mismo, me daba pie para afirmarme en la creencia de que soy el que soy y no el que parezco."

"En sus bonitos ojos, envejecía de pena una esperanza"

"Nunca puede computarse la duración de un beso, y, bien pensando, acaso resulte impropio cualquier cálculo. Un beso es una comunicación esencial, más allá de contigencias históricas y circunstanciales; por supuesto, independiente del tiempo y del espacio" 

"Sonidos de una guitarra loca en las calles vacías de una ciudad cuyos habitantes han huido por miedo súbito al alba; rostros de poetas que danzan, como juglares antiguos, ante la puerta de la iglesia; también bóvedas de piedra, nevaduras osadas como cuadernas de un barco volcado, vitrales, arcos, columnas, llamas de cirios temblonas y el cuerpo apaciguado de Etvuchenko, dormido con la paz de los hombres inocentes." 

"Estoy por eso persuadido de que algún que otro "Te quiero", intercalado en la conversación, nos sonó como nuevo, e incluso comunicó al Universo"

"Si un día, transfigurada, me escapo de tus brazos al infinito, no deber· sorprenderte" 

"Aquí no tengo a nadie que me diga "tú˙" de modo que estoy apunto de dejar de ser yo"





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