Seamos sinceros, la mayoría (por suerte no todos) están tan acostumbrados a la estructura hollywondense del cine, que cuando tienen algo diferente frente a sus ojos, simplemente lo desechan y lo tachan de malo y una pérdida de tiempo. Les tengo una propuesta: salgamos un rato de nuestra zona de confort atiborrada de superheroes y en general la poca creatividad del cine actual, y exploremos nuevos horizontes viendo películas tan raras, diferentes y originales como “The Neon Demon” la nueva película de Nicolas Winding (Drive).
Cuando aterrizó en territorios franceses para hacer su estreno en el Festival de Cannes, fue abucheada y muchos de los espectadores no aguantaron más, que abandonaron la sala de cine antes de finalizar la película. ¿Suena a fracaso seguro no? Pero “The Neon Demon” tiene mucho más que ofrecer.
Lo primero que es necesario aclarar con “The Neon Demon” es que no es una película para todos, cuando yo la terminé de ver, lo primero que pensé fue: ¡pero qué clase de locura acabo de ver! (WTF), pero esta cinta ahondó tan en mi interior que estuve un buen rato analizándola y llegué a la conclusión que es tan distinta y sin estructura, que me terminó gustando y necesitaba compartir mi opinión con el resto.
“The Neon Demon” se centra en Jesse (Elle Fanning) y su incursión en el duro y competitivo mundo de la moda, un tema que no es nuevo en el cine, pero esta es una visión bastante peculiar, está llena de escenas metafóricas que parecen no tener sentido. Elle Fanning es una muy acertada elección para interpretar el protagónico, su personaje irradia belleza, ingenuidad y pureza, es como un diamante en bruto cuando comienza a ser pulido; se vuelve un objeto deseable, hermoso y con mucho poder.
A través de una hermosa fotografía cargada de colores neón, la cinta es un hipnótico y deslumbrante viaje visual. Cada escena está tan bien filmada, dirigida y editada, que pareciera que estás viendo una pintura en movimiento. El problema es que estas escenas no parecen tener sentido, no llegas a entender si son parte del subconsciente de la protagonista o de verdad están ocurriendo. Parecen estar unidas sin tener mucho que ver una con la otra. Esta ambigüedad que presenta la película es la que te hace pensar: que mierd* estoy viendo.
La película muchas veces se siente lenta y lo bello de sus escenas se contrasta con su pobre argumento. Se siente vacío y poco dramático. Pareciera que el director no busca querer complacer a nadie más que a él mismo con esta cinta, dando a conocer su propia visión del mundo de la moda de una manera bastante particular. Los últimos minutos de la cinta son los más discutibles, se sienten muy pretensiosos y caen en lo absurdo, aunque es arriesgado, a más de alguien de todas formas terminará impactando. Y podría terminar considerándose de culto la película.
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