Uno siempre cambia al amor de su Vida por otro amor o por otra Vida.

Como su titulo lo deja en claro, uno siempre supera a ese amor que creíamos era para toda la vida. Este es un libro de Amalia Andrade para todos aquellos a los que:

• le rompieron el corazón.
• Se autorompieron el corazón.
• Nacieron con el corazón roto.
• Perdieron a su mejor amigo/a
• Se murió su mascota.

A través de las divertidas pero no menos reales y francas paginas sobre el desamor, la autora nos presenta una guía practica de como ir superando paso a paso la crisis del adiós. Con un lenguaje muy cotidiano para los adolescentes de la nueva era nos habla de lo que no debemos hacer (No enviarle snaps cantando desesperadamente a las 2:00am a esa persona cuando estamos ebrios/as) y lo que si puede ayudarnos a sentirnos mejor empezando por aceptar que está bien estar mal y que está bien que nos duela, pero que si bien llorando se fue, es tiempo de decidirse a superar la perdida afectiva y, partiendo de un mayor amor hacia nosotros mismos, reconstruir lo que se rompió o esperar a que sanen las heridas sin estarnos arrancando la costrica constantemente.

Como Amalia nos dice "Crecen cosas de nuestras heridas" es decir, por muy amargo que sea el momento, nos dejará algo positivo si lo vemos como una experiencia de la cual podemos aprender y no de la que debemos lamentarnos y autoflajelarnos emocionalmente diciéndonos que todo fue nuestra culpa o creyendo que las cosas pudieron ser diferentes. 

Estéticamente es un libro muy autentico, más parecido a un pequeño diario caótico de una joven en plena etapa del desamor que a un trabajo editorial, esto lo hace mejor aun ya que en ese momento cuando se rompe un corazón, también se nos desordena la mente, y no queremos pensar con parámetros ni leer entre lineas. Por lo tanto es un libro que nos hace sentir comprendidos y apoyados en ese momento critico. No sólo desde las palabras sino también dentro del desorden que hay en sus paginas. Lleno de ilustraciones, canciones y mapas que te explican que tan bien o que tan mal estás, la escritora nos da una palmadita en el hombro y como yo lo entendí al final de leerlo, nos dice indirectamente: "Mira lo loca que estoy, si yo pude superarlo tú también puedes" 

Citas:

A veces pienso que si no la lloro nunca, no la voy a olvidar ni me lavaré su nombre del cuerpo. Y a veces, la mayoría de las veces, quiero que nunca pase. Que se quede aquí para siempre, así sea convertida en un dolor en el codo.

No soy capaz de hablar de ella porque hablar de ella sería hablar de mi.

Fueron nuestras invisibilidades las que nos trajeron a ese lugar, las pequeñas muertes, la sucesión de pequeñas muertes, las cosas que no dijimos, las cosas que no supimos decir, los sentimientos que estaban ahí pero no supimos conjurar... No fueron las cosas que perdimos, fue no saber que las estábamos perdiendo.

A veces es mejor hacernos amigos de nuestra tristeza que pelear contra ella.

Todos estamos rotos. Todos. Sin excepción. 

En el silencio no están escritos nuestros miedos. Están escritas las verdades que no queremos ver porque sentimos que no las merecemos, porque son verdades que nos hacen grandes y no queremos crecer, porque da susto aceptar que somos infinitos y que todo lo podemos.