domingo, 27 de noviembre de 2016

Olvidate del estrés. Vive aquí, hoy y en este instante.

¿Como funciona el estrés en nuestros cuerpos?  Existe una parte del cerebro conocida como sistema nervioso simpático, el cual se encarga de generar la energía de huida o lucha al detectar alguna amenaza, ese flujo de hormonas desequilibra nuestro estado de homeostasis, en perfecto equilibrio con el entorno. El estrés es el desequilibrio causado por situaciones que alteran nuestro sistema. En los animales esta característica es fundamental para la supervivencia, pero en los hombres resulta mucho más compleja. El problema  es esencialmente que la respuesta humana al estrés se activa con un simple pensamiento y dura más de lo debido.

Este pensamiento puede no tener que ver con las circunstancias presentes. Podemos activar la respuesta de lucha o huida al anticipar alguna situación. Y lo peor de todo es que podemos desencadenar la respuesta de estrés al recordar un episodio infeliz. Tanto si anticipamos una experiencia que nos produce la respuesta de estrés como si la recordamos, el cuerpo está existiendo en el futuro o en el pasado. Convertimos por desgracia las situaciones estresantes breves en largas.



¿Qué es lo más perjudicial de las respuestas de estrés activadas por las presiones del pasado, el presente y el futuro? Cuando perdemos el equilibrio químico tan a menudo, esta falta de equilibrio acaba siendo el estado habitual. Con lo que estaremos destinados a vivir nuestro destino genético, y en la mayoría de los casos esto significa sufrir alguna enfermedad además de un inevitable desequilibrio constante de emociones y estados anímicos, lo que conlleva una vida de supervivencia constante y una  lucha que se vuelve hacia nosotros mismos. Empezamos a luchar contra nuestra propia mente y pensamientos para lograr reprimir lo que nos atormenta, sin entender que nos mantenemos en un constante estado estresante por situaciones que pasadas o futuras, no tienen relación directa con nuestra realidad presente.


Muchas veces no logramos comprender cual es el motivo principal de nuestras depresiones. Nos aislamos intentando entender qué es lo que nos mantiene en ese estancamiento. El estrés genera emociones humanas de ira, miedo, envidia y odio; fomenta sentimientos de agresividad, frustración, ansiedad e inseguridad; y provoca experiencias de dolor, sufrimiento, tristeza y desesperanza. La mayoría de la gente se pasa la mayor parte del tiempo preocupándose con pensamientos y sentimientos negativos. ¿Es porque la mayoría de las cosas que nos ocurren son negativas? ¡Claro que no! Tienen una actitud tan negativa porque viven anticipando el estrés o reexperimentándolo con los recuerdos.


La respuesta de estrés nos obliga a centrarnos (y obsesionarnos) en el cuerpo, el entorno y el tiempo. Por eso empezamos a definir nuestro «yo» en el marco del reino físico, nos volvemos menos espirituales, menos conscientes, menos atentos y menos lúcidos.


Nos volvemos «materialistas», es decir, estamos pensando constantemente en cosas del mundo exterior. El mundo exterior acapara toda nuestra atención, en todo aquello que poseemos, la gente que conocemos, los lugares que visitamos, los problemas que afrontamos, la ropa que no nos gusta, las partes de nuestro cuerpo, los kilos que pesamos, nuestro aspecto comparado con el de los demás, cuánto tiempo tenemos o nos falta. Y recordamos quién somos basándonos sobre todo en lo que conocemos y hacemos. Vivir en ese estado hace que nos centremos en el 00,00001 por ciento de la realidad en lugar de hacerlo en el 99,99999 por ciento.

Somos victimas del creer que podemos anticipar el futuro basándonos en experiencias pasadas. Intentamos controlar nuestra realidad en lugar de permitir que algo superior se ocupe de ella. No nos permitimos fluir, ignorando que cuando pensamos o soñamos más allá de lo que conocemos y anhelamos lo desconocido, empezamos a ser libres en el presente. Allí donde pones la atención pones la energía, así que hay que vivir aquí, hoy y en este instante ya que es el único que realmente cuenta. El pasado es irremediable y el futuro depende únicamente de lo que haces en estos momentos, por lo cual es inútil preocuparse, solo es necesario activar nuestra facultad creativa viviendo día a día.



1 comentario:

Anónimo dijo...

ahora lo entiendo todo, gracias

Publicar un comentario

Contacto

Email: badelldayana@gmail.com