No lo preguntaste
pero sé que lees éstas lineas
así que voy a aclararlo
por si tienes esa duda:
Habría sido capaz
de enfrentar tus miedos
y el nudo
en medio del estomago
con tal de liberarte
y lograr que vieras
que el no hablar de las cosas
no las desaparece,
las vuelve gigantes.
Habría sacrificado
mi paz
con tal de abrigarte en la tormenta
porque al salir ese sol
que se te escapa cuando ríes
no existiría lagrima
que no pudiera secarse.
Habría cruzado el continente
para escuchar tus latidos
cuando duermes.
Para ser quien te abrace
cuando vuelves a casa.
Para limpiarte la cara
cuando se te ensucie al comer,
traerte una cerveza y decirte
que contigo los vicios:
Fumar,
beber,
comer,
dormir,
no se comparan
con el de hacerte el amor.
Habría vendido sueños
para comprarte
un espacio cómodo
en esta vida mía tan llena de planes
y que nunca
sintieras la necesidad
de mudarte de mi cuerpo.
¿Sabes ese punto en el que sientes
que ni tu misma te soportas?
Ahí
yo habría sido capaz
de amarte.
Pero no logré nada de eso
apenas y he podido escribir este poema.
Sin embargo
despedirse no significa nada
cuando dos personas no dejan de pensarse.
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