Nunca logré despertar a tu lado por mucho que lo soñamos. Tenerte cerca, en mi pecho recostada justo donde guardo todo lo que tenía para darte, ahí donde ahora el vacío hace eco junto a la bocina del teléfono. Se esfumó la risa, la llamada después de la cena, el "ya llegué del trabajo" y la cuenta regresiva esperando un día en el que un avión de ilusiones se desplomó improvisando un aterrizaje. Se me hace imposible que estemos en la misma ciudad si al no estar tú conmigo en ella se ha quedado vacía.
Nadie podrá contar nuestra historia, nadie verá florecer este amor que hemos deshojado. Cuán feliz pudimos haber sido será un secreto, por el simple error que entre todas tus maletas se te olvidó empacar tu corazón.
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